El alimento recomendado hasta los seis meses de vida del bebé es la leche materna o la fórmula; antes de esto no es recomendable que consuma otros alimentos o bebidas ya que el sistema digestivo aún es inmaduro e incapaz de digerir y procesar alimentos.
Si tu bebé está cerca de cumplir los seis meses puedes observar signos que indican que está listo para empezar la transición. Entre estos están: ya se sienta solo y sostiene su cabeza, se lleva juguetes a la boca, está interesado en los tiempos de comida en familia y ha perdido el reflejo de extrusión de lengua (cuando un bebé saca toda la comida de la boca con la lengua). Estos serán mejores indicadores que la edad cronológica por sí sola. Todo indica que tu bebé está listo para empezar a probar otras comidas y se beneficiará de fuentes adicionales de hierro.
Por lo regular, la primera comida del bebé es cereal de arroz mezclado con leche materna o fórmula. Esto se debe a que es poco probable que el bebé desarrolle una reacción alérgica al arroz. Es una buena idea mezclar el primer alimento con fórmula o leche materna ya que este es un sabor familiar para tu bebé. Los cereales de bebé vienen fortificados y son una buena opción para una primera comida. Se recomienda que tu bebé pruebe la misma comida por 2 o 3 días antes de pasar a la siguiente, de esta manera podrás descartar alergias a las nuevas comidas.
No se recomienda que le agregues muchas especies o prepares comidas de sabores muy fuertes ya que en esta etapa estás ¨entrenando¨ el paladar del bebé y este no está acostumbrado a sabores fuertes. Por lo general, las madres empiezan con cereal de arroz o alguna verdura, pero no hay ningún orden especifico que debas seguir; solo procura que lo que sea que pongas en su plato sea nutritivo, libre de colorantes y aditivos.
Conforme tú y tu bebé se vayan sintiendo cómodos y confiados en la alimentación, puedes ir modificando la textura de los alimentos y hacerlos más solidos cada vez. Es recomendable que siempre exista alguien para monitorear al bebé mientras come y que esta persona sepa como ayudar al bebé en caso de atragantamiento.
Para introducir nuevas comidas puedes comprar alimentos de bebé o prepararlos en casa. En lo personal, creo que los alimentos preparados en casa tienen la ventaja de que tu bebé está siendo expuesto a la dieta y las comidas usuales de la casa, haciendo que la aceptación de alimentos sea mucho más fácil y que la transición a las comidas familiares sea más exitosa. Otro de los grandes beneficios es que es menos costoso, aunque consume mucho más tiempo. Puedes congelar las comidas que vayas preparando en pequeños recipientes o en bandejas de hielo.
No se debe obligar a un bebé a comer más de lo que quiere. Te darás cuenta si tu bebé ya no quiere comer si cierra la boca o se voltea cuando le ofreces comida. Todos los bebés tienen la capacidad de AUTOREGULACIÓN, esto significa que ellos mismos saben cuando ya fue suficiente comida y están satisfechos. Estudios científicos demuestran que obligar a un niño a dejar el plato limpio lo hace menos susceptible a esta señal de saciedad, poniéndolo en riesgo en el futuro de padecer sobrepeso u obesidad.
El empezar a hacer la transición a los sólidos no significa que debas dejar de darle leche materna o fórmula. Éstas aun aportan la mayor cantidad de calorías y nutrientes durante el primer año de vida.
No te estreses por las cantidades que come; esto suele variar mucho, puede ser que un día coma 4 cucharadas de algún alimento y al día siguiente se rehúse a probarlo. Para tu bebé esta es una etapa de exposición no solo a nuevos sabores, sino también colores, olores y texturas. Déjalo que se divierta y juegue con la comida, ya más adelante será el momento de enseñarle modales. Disfruta comiendo con el y recuerda no te tomes personal si no quiere comer, ofrece siempre alimentos con amor pero nunca no obligues.