Luchando con un desorden alimenticio durante el embarazo

Este mes (del 26 de febrero al 4 de marzo) se celebra la semana de fomentar conciencia sobre los desórdenes alimenticios. Los desórdenes alimenticios tienen la tasa de mortalidad más alta entre todos las enfermedades mentales, la insatisfacción corporal y la percepción distorsionada que todos los cuerpos tienen que acoplarse al mismo molde son unos de los principales factores desencadenantes.

Los desórdenes alimenticios pueden afectar a cualquier persona, sin importar sexo o edad, sin embargo son mucho más comunes en las mujeres de edad reproductiva. Esto es uno de los principales factores por el que algunas embarazadas luchan con su peso durante los 9 meses de gestación. La maternidad requiere de mucha fuerza, tanto física, psicológica y emocional. Durante el embarazo el bebé recibe todos los nutrientes a través del cuerpo de la madre. Cuando la ingesta y los depósitos de nutrientes como grasas, carbohidratos y proteínas son bajos, el cuerpo de la madre sufrirá depleción de los mismos para proporcionar la nutrición adecuada a su bebé.

La ganancia de peso promedio durante el embarazo es de 25 a 35 libras (aproximadamente), sin embargo, para una madre que lucha con su imagen corporal y su peso, esto puede ser todo un reto tanto físico como mental. Para una mujer que sufre un desorden alimenticio, la ganancia de peso en el embarazo puede generar mucho estrés y sentimientos de culpa por querer oponerse a aumentar de peso.

La relación de los trastornos alimenticios y el embarazo

Los trastornos alimenticios pueden ir acompañados por irregularidades en la ovulación de una mujer. El cuerpo puede dejar de ovular si ha perdido demasiado peso y se encuentra en un estado de desnutrición, al mismo tiempo también puede ovular irregularmente.

Para las mujeres que padecen anorexia el quedar embarazadas puede ser todo un reto. Una de las características de este desorden es el miedo al aumento de peso el cual coexiste con la distorsión del cuerpo. El trastorno de anorexia que existe en la restricción calórica puede presentar riesgos para el bebé como un bajo peso al nacer. Las mujeres que luchan con bulimia a través del embarazo pueden estar en riesgo de deshidratación y un ritmo cardiaco irregular. Luchar contra cualquier trastorno alimenticio requiere de un equipo integral que pueda ayudar a la madre a tomar decisiones saludables para su bienestar y el del bebé.

Riesgos para la madre de un trastorno alimenticio en el embarazo:

Mala nutrición, deshidratación, irregularidades cardiacas, diabetes gestacional, depresión severa, parto prematuro, complicaciones en el parto, dificultades con la lactancia y depresión post parto.

Riesgos para el bebé de un trastorno alimenticio en el embarazo:

Dificultades en el desarrollo, parto prematuro, bajo peso al nacer, problemas respiratorios, dificultad para alimentarse, problemas para mantener su glucosa en sangre estable.

Lo más recomendable es que una mujer que lucha con un desorden alimenticio logre superarlo antes de quedar embarazada. Si la mujer ya está embarazada y aun lucha con un desorden se recomienda llevar una terapia psicológica de la mano de la terapia nutricional.

¿Qué pasa si quedo embarazada y padezco de un desorden alimenticio?

En este caso la prioridad es proteger la salud del bebé y de la madre. Te aconsejo lo siguiente:

– Consulta con una nutricionista y un psicólogo que te puedan prestar ayuda.
– Se honesta con tus doctores, psicólogos y nutricionista acerca de tu progreso. Es el mejor interés de todos poder ayudarte.
– Muchas veces se requieren citas extra para llevar un monitoreo más de cerca en la ganancia de peso y la salud del bebé y la madre.
– Enfócate en tu salud mental y cómo puedes ayudarte a ti misma
– Ten como meta ganancia de peso saludable y la salud y el bienestar tuyo y de tu bebé.

Licda. Jimena Tejeda, Nutricionista
Consultora Internacional de Lactancia Materna

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