La Doula: Una mujer que acompaña

El término “doula” proviene del griego y significa mujer que sirve a otra mujer. Aunque la figura de la doula siempre ha existido, antes era una función comúnmente ocupada por las mujeres de la familia. Actualmente, se conoce como doula a una persona capacitada para acompañar y ofrecer información basada en evidencia en relación a los distintos procesos de maternidad. Su papel consiste, principalmente, en “maternar a la madre”, es decir, sostener a cada mujer mientras construye su propio camino y brindar apoyo físico y emocional antes, durante y después del parto, sin importar el tipo de nacimiento. Diversos estudios han demostrado los beneficios de contar con el acompañamiento de una doula, incluyendo mayor satisfacción con la experiencia global de parto, menores índices de cesárea, menor necesidad de analgesia, menor probabilidad de inducción y mayor probabilidad de iniciar y continuar con la lactancia materna. Cada doula tiene un estilo de trabajo particular y cuenta con distintas destrezas o especialidades que puede aplicar a su práctica, dependiendo de su experiencia y formación.

¿Qué puede hacer una doula por ti?
En el embarazo, el papel de la doula consiste en escuchar sin juicios, ofrecer recursos e información fundamentada, explorar emociones, apoyar las preferencias de cada mujer en torno a las opciones disponibles y acompañar cada proceso particular. La doula cree en la capacidad de cada madre para tomar decisiones respecto a su cuerpo y a su bebé, por lo que se abstiene de presionar o de imponer sus propios ideales o deseos.
La doula está disponible 24/7 desde unas semanas antes del parto y, al aumentar las contracciones en intensidad y frecuencia, llega cuando la mujer lo solicite (a casa, al centro de parto o al hospital). Permanece ahí, ofreciendo apoyo físico y emocional a través de técnicas no médicas de alivio para ayudar a la madre a sentirse más cómoda, relajada y segura. Además, brinda apoyo a la pareja para que pueda ser una compañía reconfortante y activa en todo el proceso.

En el posparto, la doula generalmente permanece unas horas con la familia para acompañar la experiencia inicial con el bebé, resolver dudas y apoyar en lo que se necesite. Luego, se mantiene en contacto y suele hacer visitas a domicilio para dar seguimiento a las emociones intensas del puerperio, procesar la experiencia de parto, dar apoyo en lactancia materna y sugerir referencias a otros profesionales en caso necesario. Las visitas de la doula en el posparto permiten abrir un nuevo camino con fortaleza y confianza e identificar puntos a los que haya que prestar mayor atención –o simplemente cuidar de la madre para que ella pueda cuidar de su bebé, reforzando su autoconfianza y asegurándole que está haciendo un buen trabajo.

¿Qué no puede hacer una doula?
Una doula no realiza procedimientos médicos de ningún tipo, como tactos, toma de presión sanguínea, auscultación del ritmo cardíaco fetal, aplicación de inyecciones, etc. No contradice ni interfiere con las indicaciones del médico, partera o personal de salud ni toma decisiones en torno al nacimiento del bebé; las decisiones son de cada mujer y/o de su pareja, a quien tampoco sustituye ni opaca. Por el contrario, el acompañamiento de una doula favorece la participación de la pareja en el camino del embarazo, el parto y el puerperio. En todo caso, su apoyo es estrictamente emocional, físico y logístico.

Estos son resultados combinados de 26 estudios que incluyeron más de 15,000 personas (Bohren et al., 2017). –Cochrane Review.


Entre los beneficios de tener una doula durante el parto están:

– 39% menor probabilidad de cesárea
– 15% mayor probabilidad de parto vaginal espontáneo
– 10% menor necesidad de analgesia (epidural, por ejemplo)
– Promedio de 1 hora menos de duración del trabajo de parto
– 62% probabilidad de presentar un puntaje alto en la escala de Apgar
– 69% mayor probabilidad de experimentar satisfacción con la experiencia de parto
– 68% probabilidad de una experiencia satisfactoria de lactancia a las 6 semanas de posparto
(Nommsen-Rivers et. al, 2009)

Como verás, según la evidencia científica recopilada a lo largo de los últimos cuarenta años, la doula es una excelente herramienta y un miembro valioso de tu equipo para dar pie a una transición suave y acompañada hacia la ma/paternidad. ¿Deseas más información sobre los servicios de una doula?

Contáctame:
Natalia de Biegler
Psicóloga clínica especializada en salud mental perinatal
Doula certificada a nivel internacional
Sub-Coordinadora Nacional Red Mundial de Doulas en Guatemala
International Certified Childbirth Educator (ICCE)
Tel: 4012 0463
nacer.guatemala@gmail.com
@nataliadebiegler

LCDA. JIMENA TEJEDA, NUTRICIONISTA
CONSULTORA INTERNACIONAL DE LACTANCIA (IBCLC)

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