Luego de un parto antes de la fecha esperada abunda la frustración, culpabilidad y las dudas. Esta es una situación difícil para cualquier madre y es normal sentirse impotente hacia una situación que salió fuera de lo que tenías planificado. Lo mejor que puedes hacer luego de haber dado a luz antes de tiempo es empezar la lactancia.
Según la Organización Mundial de la Salud, se considera prematuro un bebé nacido vivo antes de que se hayan cumplido 37 semanas de gestación. Los niños prematuros se dividen en subcategorías en función de la edad gestacional (o que tan avanzado fue el embarazo)
– prematuros extremos (<28 semanas)
– muy prematuros (28 a <32 semanas)
– prematuros moderados a tardíos (32 a <37 semanas)
Establecer la lactancia con un bebé prematuro puede ser todo un reto ya que el bebé necesitará la nutrición adecuada con el riesgo de sufrir estrés y pérdida de energía debido a su temprana edad. La tecnología ha ido avanzando a grandes pasos y como resultado bebés de tan solo 23 a 24 semanas de gestación han sobrevivido con los cuidados adecuados, siendo uno de los más importantes el aporte de leche materna.
Ya sea que tu bebé esté fuera de riesgo o haya sido llevado a una Unidad de Cuidados Intensivos, la estimulación y extracción deberán empezar cuanto antes. El proveer leche materna fresca es algo que solo la madre tiene capacidad de realizar y es una gran contribución que ayudará al nuevo bebé a salir de riesgo y recuperarse más rápido. Estudios científicos demuestran que los bebés en estado crítico a los cuales se les da leche materna tienen una estancia hospitalaria más corta y son dados de alta antes que los bebés a los cuales no se les da leche materna.
La leche materna es el alimento para ideal para el prematuro, el cuerpo de la madre sabrá exactamente que necesidades tiene su bebé. Está demostrado que luego de un parto prematuro la leche de la madre es formulada específicamente para la edad gestacional (que tan avanzado fue el embarazo) de este bebé, teniendo cualidades nutricionales muy diferentes a la leche de las madres que tuvieron un embrazo a término. La leche que una madre de prematuro produce madura hasta 4 a 6 semanas después del parto aportándole al bebé un perfil nutricional especial y permitiéndole durante este periodo desarrollarse aunque esté fuera del útero de su madre. En comparación con leche madura la leche de bebés prematuros muestra una concentración mas alta de, calorías, grasas, nitrógeno, sodio, cloro, potasio, hierro y magnesio.
Otro de los pilares en el cuidado del prematuro es el contacto mamá canguro, este se refiere a tener al bebé desnudo únicamente con pañal sobre el pecho desnudo de la madre. Este permite disminuir los niveles de estrés de la madre y el bebé, mantiene la temperatura corporal del bebé, facilita la lactancia, regula la frecuencia cardiaca y evita que el bebé padezca de hipoglicemia.
La habilidad de un bebé para amamantar dependerá de la coordinación de tres cosas: tragar, succionar y respirar, todo mientras está en el pecho de la madre. La coordinación de estos tres factores se logra de las 32 a 35 semanas por lo que un bebé nacido antes puede presentar mayor dificultad para prenderse al pecho de su madre. A partir de la semana 35 amamantar exclusivamente en el pecho es posible para el bebé.
Algunas de las recomendaciones más importantes luego de tener un bebé prematuro son:
- Iniciar la lactancia lo antes posible, preferiblemente 6 horas después del parto, con un sacaleches eléctrico doble.
- Es importante en caso de separación del bebé planificar extraerse leche de 8 a 12 veces diarias en los primeros días postparto.
- Contactar a una consultora de lactancia puede ser vital para proteger y mantener tu suministro de leche mientras tu bebé es dado de alta.
Licda. Jimena Tejeda, Nutricionista
Consultora Internacional de Lactancia Materna