Si hay algo en que todo padre coincide es en querer la mejor alimentación para su hijo, sobre todo si este está empezando a comer sólidos. La leche materna es el mejor alimento para los bebés de 0 a 6 meses. Luego de cumplir los 6 meses la mayoría de padres se enfrenta a la duda de cómo empezar a alimentar a su bebé.
Algunas de las preguntas mas frecuentes son qué comidas dar, en qué consistencias y qué sabores. Al iniciar la alimentación la comida es una fuente complementaria de nutrientes y energía ya que el mayor aporte siempre será de la leche, conforme pasa el tiempo la leche pasará a un segundo plano aportando menos energía y la alimentación dará el mayor aporte.
Durante los últimos años en Guatemala hemos oído mencionar muchas veces el término Baby Led Weaning o BLW que consiste en una alimentación complementaria guiada por el propio bebé, esta permite que el lactante manipule los alimentos con sus manos y se los lleve a la boca. El objetivo es que los padres vayan dando al bebé poco a poco trocitos de los alimentos que coma habitualmente la familia. La Asociación Española de Pediatría lo recomienda como un método más amigable hacia las necesidades individuales de cada bebé.
Este método no debería iniciarse antes del sexto mes y puede introducirse siempre que el lactante haya adquirido ciertas competencias motoras y cognitivas. Por lo regular vez aparecer estas en el sexto mes de vida:
1. Ha perdido el reflejo de extrusión de lengua
2. Se sienta y sostiene su cabeza
3. Presenta curiosidad hacia los alimentos
¿Cómo darle de comer?
Lo ideal es dejar que el bebé agarre con la mano los alimentos para que experimente las distintas texturas, masticarlos favorecerá que se fortalezcan todos sus músculos de la boca. Al principio tomarán muy poquito, pero poco a poco se irán acostumbrando y comerán una cantidad mayor. Los pedazos deben ser grandes y fáciles de tomar con las manos, recuerda que no solo está comiendo, sino también practica agarrar nuevos objetos y aprender con sus manos.
Ya que la recomendación general son comidas semisólidas, esto no quiere decir que al bebé no se le ofrezca purés, sopas o papillas ya que estas están incluidas en la dieta habitual de la familia y también es importante presentar estas texturas al bebé para enseñarle.
Uno de los objetivos del «Baby Led Weaning» es conseguir que la alimentación sea a demanda y basada en las necesidades del niño. Todos nacemos con un sistema de autorregulación con el cual nuestro cuerpo nos avisa cuando hemos comido suficiente, y cuando estamos satisfechos. El método BLW deja que los bebés escuchen y hagan caso a esa señal de saciedad cuando ya se llenaron. Por el contrario, estudios científicos han encontrado que a los bebés que les obligan a comer más allá de su señal de saciedad tienen mayor riesgo a padecer sobrepeso y obesidad en la edad adulta, ya que el cuerpo se acostumbra a hacer caso omiso de la señal de llenura y saciedad.
El BLW ayuda a fomentar una mayor aceptación de los alimentos normales de la familia con una variedad de texturas y sabores y a conseguir un mayor consumo de alimentos más sanos, sin olvidar que es fundamental para promover hábitos de alimentación saludables en edades tempranas, así como para fomentar el desarrollo psicomotor del niño.
Por último, recuerda que la educación por parte de los padres en todo lo relacionado con la alimentación y nutrición de los niños, es fundamental. Es muy importe que los padres sean un modelo de hábitos dietéticos saludables para sus hijos.
También cabe mencionar que la alimentación complementaria con cuchara puede ser necesaria en algunos niños. Es importante que los padres conozcan qué alimentos son más adecuados para empezar (blandos, que se puedan manipular con la mano y ser aplastados por la lengua contra el paladar), cuáles tienen mayor contenido en hierro y cuáles deben evitar por el riesgo de atragantamiento (frutos secos, zanahoria cruda, frutos con hueso o semillas).
Si tienes dudas, no dudes en consultarme.
Licda. Jimena Tejeda, Nutricionista
Consultora Internacional de Lactancia Materna